“Vaca marina”, alimentó a los indios de Cuba

Son animales tan fuertes y pesados, que también se les llama “vaca marina”. Un manatí adulto puede medir entre dos y medio y cuatro y medio metros, y pesar entre 400 y 600 kilogramos.
Tienen una cabeza bastante pequeña para las dimensiones de su cuerpo; el hocico es recto y hendido el labio superior. Tienen algunos pelos tan duros que se asemejan a cerdas. Su cola lleva una forma plana, ancha, redondeada y se dispone horizontalmente. Poseen dos aletas situadas cerca de la cabeza, estas tienen uñas vestigiales, muy útiles al animal a la hora de hurgar y desarraigar los vegetales acuáticos mejor fijados al fondo. No cuentan con otras extremidades en la parte trasera. La coloración de su piel va desde los tonos grisáceos hasta el negro.
La gestación del manatí dura casi 13 meses y tiene un solo ejemplar. Son animales que, por lo general, gustan de vivir en reducidas comunidades.
Esta especie ha sufrido una gran depredación, sobre todo por sus codiciadas, piel, carne y grasa. Debido a esto, el gobierno cubano los protege necesariamente.